Trump juega con la relación con China antes de su encuentro con el "brillante" Xi
Durante años, pocas cuestiones han generado tanto consenso en Estados Unidos como que China es el adversario al que Washington tiene que enfrentarse.
Pero Donald Trump, como ha hecho con otros temas, ha alterado muchas suposiciones, a la vez que planea reunirse con su homólogo chino, Xi Jinping, el jueves en Corea del Sur, su primer encuentro en persona desde 2019.
Trump, que presume de sus habilidades como negociador, usó unas palabras similares para describir sus relaciones con Xi y con el presidente ruso, Vladimir Putin, con quien ha tratado, sin éxito, de llegar a un acuerdo para terminar con la guerra en Ucrania.
Durante su campaña electoral el año pasado, Trump elogió a Xi como un "tipo brillante".
"Dirige a 1.400 millones de personas con puño de acero... listo, brillante, todo perfecto. No hay nadie en Hollywood como este tipo", dijo Trump en Fox News.
Y señaló nuevamente el poder de su relación con Xi la semana pasada, cuando aseguró que China vaya a invadir Taiwán, la isla democrática autogobernada que Pekín reclama.
El comercio ha sido lo más importante en la agenda de Trump en las relaciones entre las dos economías más grandes del mundo.
El volátil líder estadounidense amenazó y luego bajó el tono con imponer aranceles a China. Ambas partes han señalado que un acuerdo estaría cerca, tras semanas de conversaciones en Kuala Lumpur.
Ryan Hass, quien fuera alto consejero para China durante el gobierno de Barack Obama, dijo que hay una desconexión entre el Trump que busca acuerdos y la burocracia estadounidense aún centrada en contrarrestar a Pekín.
También puso en duda que China tenga interés en conseguir un acuerdo con Trump para desbloquear una especie de "era de oro" de cooperación económica.
"China está interesada en sí misma y en empujar a Estados Unidos hacia la periferia, no en tener Estados Unidos y China en el centro, juntos", dijo Hass, investigador senior en Brookings Institution.
China podría querer llegar a un acuerdo con Trump para "ganar tiempo, pero no creo que sus intereses se vean favorecidos al concluir un acuerdo económico integral con Estados Unidos", agregó.
- Una relación transaccional -
En 2019, Trump elogió un acuerdo comercial con China que tachó de histórico. Con este pacto se suponía que Pekín compraría 200.000 millones de dólares adicionales en exportaciones estadounidenses.
El acuerdo fracasó, en parte, debido a la pandemia de covid-19. Al final de su primer mandato (2017-2021), Trump arremetió contra el "virus chino".
Entonces, Joe Biden llegó al gobierno y aumentó la presión sobre China, con restricciones a la importación de tecnología sensible, pero también buscó acuerdos sobre temas de interés específico.
Yun Sun, investigadora principal en el Centro Stimson, dijo que puede que China no esté buscando una relación cálida con Trump: "Los chinos tienen un problema con su estilo, pero ven a Trump como alguien con quien pueden trabajar", dijo.
"Creo que hay un reconocimiento en China de que Trump ha sido muy cooperativo, o al menos amigable, con muchas de las cosas en las que la administración anterior no estaba dispuesta a hacer concesiones", agregó.
Señaló la supuesta negativa de la administración Trump a permitir que el presidente taiwanés, Lai Ching-te, visitara Nueva York durante un viaje a América Latina, el tipo de escala que antes era rutinaria.
-¿Y Taiwán?-
Henrietta Levin, exfuncionaria del Departamento de Estado, dice que conoce perfectamente la forma en la que cada potencia expondrá sus posiciones sobre Taiwán. Pero que estas no impidan pasar a otro tema y continuar con las negociaciones.
China se ha opuesto durante mucho tiempo a las ventas de armas de Estados Unidos a Taiwán y ha buscado que Trump declare explícitamente que Estados Unidos se opone a la independencia de Taiwán.
Sin embargo, el secretario de Estado, Marco Rubio, dijo a periodistas el sábado que Estados Unidos no abandonará a Taiwán a cambio de un acuerdo con China.
B.Johansson--StDgbl