Stockholms Dagblad - Un museo en Austria pinta el asfalto para enfrentar el calor

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Un museo en Austria pinta el asfalto para enfrentar el calor
Un museo en Austria pinta el asfalto para enfrentar el calor / Foto: Alex HALADA - AFP

Un museo en Austria pinta el asfalto para enfrentar el calor

Equipado con un termómetro infrarrojo, el artista austriaco Jonas Griessler mide el calor sofocante en un patio interior del centro de Viena. Gracias a su instalación, la temperatura del suelo pasó de 31 a 20 ºC.

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Frente a la colección privada Heidi Horten, su colectivo denominado Holla Hoop cubrió el asfalto negro con una multitud de calores vivos como parte de un proyecto que mezcla creatividad, ciencia y urbanismo.

El museo "nos hizo un llamado porque ya habíamos pintado una cancha de básquet de la misma manera", explicó a AFP el artista de 25 años, que antes hacía graffiti.

El museo está situado justo al lado de la ópera, en pleno corazón de la antigua capital imperial, y en este final de mañana de agosto, el calor se vuelve insoportable.

"Queríamos mejorar un poco la calidad de la estancia" de los visitantes y "promover una toma de conciencia", indicó la curadora Véronique Abpurg, encantada con la cantidad de turistas "atraídos por esta paleta visualmente agradable".

Las ciudades europeas intentan modificar su urbanismo, optando por más vegetación y por nuevos colores para hacerle frente a las olas de calor más intensas, más prolongadas y más frecuentes, consecuencia directa del calentamiento climático, según los científicos.

Por eso es preferible evitar los materiales oscuros porque retienen el calor, mientras las pinturas claras repelen más los rayos solares.

- "Pieza del mosaico" -

Pero el proyecto vienés va más allá e invita a reflexionar.

"Los tonos infantiles reflejan la ligereza y la inconsistencia con que nuestra sociedad trata este tema", explica Jonas Griessler.

"Cada superficie coloreada" en rosado, azul o amarillo "representa un año", y cada una contiene pequeños puntos, cada uno de los cuales representa a su vez mil millones de toneladas de CO2 equivalente emitidas cada año.

Así, se puede visualizar el aumento de las emisiones entre 1960 y 2000.

"Las zonas se llenan gradualmente", lamenta el artista. "Comienza con nueve puntos y, al final, hay más del triple" debido a la actividad humana.

"Es una pieza del mosaico para adaptarse a las olas de calor urbanas", señaló el profesor Hans-Peter Hutter, especialista en salud ambiental de la facultad de Medicina de Viena, quien apoya la iniciativa.

Una reducción de la temperatura en el asfalto significa que los edificios alrededor del patio necesitarán menos enfriamiento, con lo cual usarán menos aire acondicionado, según Hutter.

A su juicio, el proyecto tiene el mérito de brindar cierto placer creativo "esencial para movilizar a la población" que "está harta" de oír hablar de un calentamiento que parece inexorable.

"Necesitamos comunicar mejor el tema (del cambio climático) para que la gente no pierda la esperanza" y vea las medidas de adaptación como una actividad divertida", agregó.

X.Haglund--StDgbl